El espacio en blanco, también conocido como espacio negativo, se refiere a las áreas no marcadas o vacías que rodean a los elementos de un diseño, como texto, imágenes y gráficos. Es un componente crucial del diseño visual que sirve para más que solo una función estética. El espacio en blanco ayuda a crear un sentido de equilibrio, organización y claridad al evitar que el diseño parezca desordenado o abrumador. Al permitir que el contenido "respire", el espacio en blanco mejora la legibilidad y comprensión, facilitando que los espectadores se enfoquen y procesen la información presentada. En el diseño de correos electrónicos, el uso efectivo del espacio en blanco puede guiar el ojo del destinatario hacia mensajes clave y llamados a la acción, mejorando la experiencia general del usuario y la participación.

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