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En el marketing por correo electrónico, una IP dedicada es una dirección única del Protocolo de Internet (IP) reservada exclusivamente para enviar correos electrónicos en nombre de un remitente específico. A diferencia de las direcciones IP compartidas, donde varios remitentes comparten la misma dirección IP, una dirección IP dedicada brinda al remitente un mayor control sobre la entregabilidad de sus correos electrónicos, su reputación y la capacidad de gestionar la higiene de su propia lista de correos electrónicos. El uso de direcciones IP dedicadas también permite a las empresas seguir las prácticas de correo electrónico, como la configuración de las configuraciones SPF, DKIM y DMARC, para mejorar la credibilidad de sus mensajes de correo electrónico y evitar ser incluidas en listas negras.
Las empresas optan por IPs dedicadas por diversas razones:
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